El universo
es silencioso e inmóvil, pero las obras de la energía nunca descansan, ni
siquiera por un instante. El sol y la luna están en movimiento día y noche,
pero su luz nunca cambia. Así pues, las personas iluminadas han de tener un
sentimiento de urgencia en los momentos de ocio y una actitud de descanso
cuando están ocupadas.
Entrada la noche, cuando todo el mundo descansa,
siéntate en soledad y observa dentro de tu mente; percibirás entonces cómo
desaparece la ilusión y aparece la realidad. En cada una de estas ocasiones
ganas un vasto sentimiento de lo que es posible. Una vez que has percibido cómo
aparece la realidad, pero que es difícil escapar a la ilusión, te vuelves más
humilde.
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